Intervención de Tere Álvarez, portavoz municipal de Izquierda Unida, en el pleno sobre presupuestos del 26 de septiembre del 2024
Desde Izquierda Unida hemos abordado el debate presupuestario con el objetivo de que estos presupuestos reflejen los intereses y necesidades de la mayoría social y trabajadora, pero, sobre todo, que la ciudadanía sea el centro de nuestras políticas municipales. Estos presupuestos no son los que hubiéramos elaborado desde Izquierda Unida, ni desde una perspectiva ideológica, económica o de gestión, pero contarán con nuestro voto favorable porque incorporan algunos elementos en los cuales nos reconocemos, y que suponen un punto de partida para impulsar una agenda de políticas públicas y reformistas que permitan mejorar la vida del conjunto de la ciudadanía. Además, también sentarán algunas de las bases para el Siero del futuro, el que queremos construir y en el que se pueda vivir y articular un proyecto de vida digna.
Como señalaba ayer nuestro consejero Ovidio Zapico, es necesario abordar cuestiones que están íntimamente relacionadas con los cambios demográficos y que ponen de manifiesto que nuestro modelo administrativo está, en muchas ocasiones, obsoleto, o dicho de otro modo, que no es capaz de responder adecuadamente a las necesidades de nuestra ciudadanía ni a las transformaciones que se están produciendo en nuestra sociedad.
Como decía, estos presupuestos no son los que hubiéramos elaborado desde Izquierda Unida, pero la madurez política, la coherencia y el diálogo constructivo que Izquierda Unida ha demostrado siempre, desde el gobierno o desde el papel de minoría institucional, han supuesto avances sociales muy importantes, tanto en Asturias como en Siero. Es desde esta coherencia política, desde nuestro compromiso con un programa y con la ciudadanía, desde donde abordamos el debate y el acuerdo presupuestario con el equipo de gobierno. Optar por un veto permanente al diálogo sería traicionar tanto a nuestro programa como a la confianza de quienes nos votaron, pero también la de quienes, aun no habiéndonos votado, acuden a nosotros para trasladarnos sus preocupaciones. A los problemas no se les hace frente creando nuevos problemas, sino proponiendo soluciones.
Actualmente, Siero enfrenta cuatro retos ineludibles, vinculados a los cambios demográficos y económicos del concejo y de nuestra comunidad, pero también arrastra modelos administrativos e infraestructuras que, desde nuestra perspectiva, resultan obsoletos.
El primero de ellos tiene que ver con el empleo y la estructura productiva y, derivado de ello, las dificultades crecientes para articular un proyecto de vida digno en torno a un puesto de trabajo. Hoy, el elemento más identificativo de esta precariedad es el problema de la vivienda. La vivienda es un derecho, una necesidad básica, no una mercancía para especular, y el primer papel de las instituciones públicas debe ser el de velar y garantizar los derechos de la mayoría social y trabajadora. Fruto del diálogo y de diagnósticos comunes con el equipo de gobierno, estos presupuestos incorporan elementos que para nosotros suponen la base para avanzar en políticas reales y efectivas que garanticen el derecho a la vivienda como un derecho fundamental, enfrentando los problemas de acceso, especulación, desahucios y la emancipación de nuestros jóvenes en condiciones dignas. Somos conscientes de que tanto la cuestión de la vivienda como sus soluciones no son responsabilidad exclusiva del equipo de gobierno, y que es necesario articular esfuerzos, como se ha venido haciendo, tanto con la Dirección General de Vivienda del Gobierno de Asturias como con el plan autonómico “para captar pisos destinados al alquiler” anunciado por Adrián Barbón.
El segundo, estrechamente vinculado al anterior, es el de los servicios públicos, en particular el del agua, su eficiencia y la consolidación y garantía como derecho básico. También en este ámbito hemos alcanzado acuerdos y compromisos con el equipo de gobierno. El agua es un derecho, no un negocio. Por ello, estos presupuestos incorporan elementos que permiten avanzar hacia el estudio de modelos de gestión pública y eficiente del servicio de agua y alcantarillado, asegurando su sostenibilidad y acceso universal, y evitando que este recurso vital caiga en manos de intereses privados. Desde Izquierda Unida haremos frente a cualquier intento de privatizar este derecho fundamental, especialmente cuando a pocos kilómetros tenemos el ejemplo más eficiente en toda Asturias de gestión pública del agua: la EMA de Gijón. Asumimos los retos y dificultades que esto supone para un ayuntamiento como el de Siero, y para hacerles frente será necesario trabajar estrechamente con la Agencia del Agua de Asturias anunciada por el presidente Adrián Barbón.
El tercero tiene que ver con la movilidad. Aunque reconocemos los avances en esta materia en algunas de las políticas del gobierno local, como el impulso a aparcamientos disuasorios, creemos que es necesario un debate profundo sobre la movilidad en nuestro concejo. Es preciso analizar las necesidades y planificar con una perspectiva que priorice siempre el interés general sobre el particular. Hablar de movilidad desde una perspectiva global supone replantear e impulsar el Siero del futuro, en el que queremos vivir, de forma integral, desde la Pola hasta la zona rural, garantizando la cohesión del territorio y la equidad en el desarrollo.
El cuarto tiene que ver con la equidad y el desarrollo. Garantizar que los derechos lleguen a toda la ciudadanía, sea cual sea su condición, es esencial. Estos presupuestos incorporan un avance inequívoco en materia de inclusión, atendiendo las demandas de la Plataforma para la Inclusión en Siero. Asimismo, se comprometen a actuar de manera decidida en el saneamiento rural, la prevención de inundaciones en La Isla, las actuaciones en El Berrón, las cubiertas en Lugones y la defensa de su patrimonio histórico y cultural, respondiendo a demandas históricas de los ciudadanos, y consolidando la Cooperación y Solidaridad Internacional.
Nuestro voto positivo a estos presupuestos está sustentado en la crítica constructiva y el compromiso con nuestro programa de transformación social, la búsqueda de soluciones comunes y el diálogo honesto con el equipo de gobierno.
